Se trata de un instrumento propio de la Justicia Terapéutica basado en los procesos de resolución alternativa de conflictos aplicados en función de los siguientes objetivos:

• Protección de los menores en procesos de crisis familiares

• Re-educación de los progenitores y mejora de la relación inter-parental

• Ejercicio de la parentalidad positiva en los procesos de separación divorcio y re-organización familiar.

• Se diferencia de los equipos psico-sociales que asesoran realizando básicamente una labor de evaluación pericial
• Se diferencia de la Mediación en que no se apoya en la voluntad de las partes para llegar a acuerdos y en que no hay acuerdo de confidencialidad
• Se diferencia igualmente del servicio prestado por el Punto de Encuentro Familiar, que ofrece un espacio físico en que los menores pueden comunicarse de forma segura con uno de los progenitores (u otros parientes), pero que carece de potestad para realizar una tarea de intervención activa

etc

Se apuesta por la figura especializada del Coordinador/a Parental, ofreciendo además un abordaje interdisciplinario en los siguientes servicios de apoyo a familias y a su vez de auxilio a la Justicia:

• Coordinación de las funciones de la Parentalidad
• Re-organización y adaptación a la nueva cotidianidad familiar.
• Intervención en casos de Interferencias Parentales y/o riesgo de desvinculación filio/parental
• Restauración del vínculo parento/filial por vía judicial
• Supervisión y asesoramiento técnico al Juez/a
• Estudios Psico-sociales y de Idoneidad Parental
• Orientación psico-educativa durante los procesos de ruptura de pareja
• Escuela de padres separados y/o divorciados
• Difusión mediática y Formación de profesionales

Podrán acceder todas las familias que lo soliciten mediante acuerdo parental, acuerdo entre las partes representadas por sus Abogados o bien mediante resolución judicial.